El pueblo iba a ser guiado a su reposo, entrarían al descanso prometido, recorrerían un camino que no conocían, pero necesario de andar. ¿Cómo hacerlo entonces? Solo debían moverse cuando su Dios lo hiciera y seguirlo por donde ande, ya que solo el Buen Pastor guía a sus ovejas por el buen camino.