Día: Lunes
Tema: “Bendice y santifica”
Lectura: Génesis 2:1-3
Versículos clave: 3
Lectura de apoyo: Isaías 58:13-14; Mateo 11:28-30; Marcos 2:27; Hebreos 4:4-10
La última de las creaciones de Dios fue el día de reposo. El Dios eterno, de fuerzas infinitas, que nunca se cansa creó el reposo. Un día que debe ser apartado de los demás en el cual deben cesar todos los trabajos y darle lugar al descanso. Dios lo creó, lo bendijo y lo santificó.
Dios no necesitaba descansar, su obra es eterna y continua, sus fuerzas son inagotables, su poder no se acaba. Pero no es así para el hombre que Él creó. Somos débiles y finitos, nos cansamos y agotamos. Jesús nos enseñó que el día de reposo fue hecho por causa del hombre y también que hay otro reposo preparado para el hombre: Un descanso eterno. El pecado cargó y trabajó nuestra alma esclavizada llevándola a la muerte. La angustió y oprimió hasta dejarla agotada y sin esperanza. Pero Dios preparó un reposo para todos, Jesús nos llama a venir a Él con todas nuestras cargas y trabajos y darnos descanso. Él es el único que puede llevar todos nuestros pecados y hacernos libres del peso de nuestras ansiedades, mentiras, desobediencias, enojos y todas aquellas cosas que nos agotan cada día, dándonos el perdón de nuestros pecados y el descanso eterno de nuestra alma. ¿Disfrutas del reposo que Jesús da a sus hijos? 2ª Tesalonicenses 1:6-10