Día: Jueves
Tema: “Atesora para sus hijos”
Lectura: Josué 15:20-62
Versículo clave: 20
Lectura de apoyo: Eclesiastés 2:26; Miqueas 5:2; Mateo 13:44-46; Lucas 2:4-11
Conforme a la tribu de Judá, se le dieron 112 ciudades y sus aldeas, todas listas y preparadas por su Padre para que las habiten. No solo las creó, sino que durante muchos años, puso a otros para que prepararan todo para la llegada de sus hijos. Al entrar en ellas fluía leche y miel y las casas ya estaban edificadas. El Padre de las luces atesora para sus hijos.
Entre todas las ciudades que se les dieron a las familias de Judá no encontramos a Belén, no por un error, sino porque era tan pequeña que carecía de importancia. Dios había hecho una promesa a la simiente de Abraham, y para eso le preparó una descendencia, una tierra, ciudades, aldeas con el propósito eterno de enviar su tesoro en el lugar más humilde. Fue en Belén que nació el Salvador, como había anunciado el profeta, fue por medio de esa minúscula ciudad que Dios hizo llegar la mayor de las bendiciones. Todo lo preparó y se aseguró que fuera cómo Él lo anunció para la salvación de todo aquel que cree. Porque Jesús no solo nació allí, sino que luego vivió una vida sin pecado y fue a la cruz a morir por su pueblo y levantarse al tercer día de la tumba para darle vida a todo aquel que cree. El Padre atesoró y preparó todo para que a su debido tiempo naciera el redentor. ¿Puedes ver el tesoro que Dios te dejó en Jesús? Ven a Él para la salvación eterna de tu alma. 2ª Corintios 12:14