- Lectura: Josué 7:1
- Versículos clave: Josué 7:1
- Lectura de apoyo: Génesis 3:8-10; Job 42:2; Salmos 139:1-4; Rom 5:12
Dios advirtió a su pueblo la turbación que sería quedarse con algo de aquellos que Dios maldijo y castigó por su pecado, aquellos que nada tienen que ver con Él y cómo afectaría su relación. Acán creyó que nadie se daría cuenta de su avaricia, orgullo y desobediencia, tomando para sí lo que era prohibido y olvidando que Dios conoce todas las cosas.
Dios le dijo a Adán que no comiera del árbol de la ciencia del bien y del mal y que si comía moriría. Él pensó que Dios no lo vería y podría esconderse de Él, pero nada escapa del conocimiento de Dios. Adán pecó y así el pecado entró al mundo y pasó a todos nosotros. ¿Qué podría hacer la maldad de uno entre muchos? El pecado de Acán afectó a todo Israel, el pecado de Adán trajo la maldición sobre toda la humanidad. No se puede engañar a Dios, el conoce nuestro corazón y todos nuestros pecados. Su ira se encenderá contra todos los pecadores en el día del juicio. Jesús murió en la cruz para llevar la ira de Dios que le correspondía a todos los que creen en Él. Sólo Jesús nos libra de la ira venidera. ¿Crees que Jesús murió en tu lugar para pagar por tus pecados? ¿Crees que solo Él te puede salvar del castigo eterno en el infierno? Hebreos 4:12-13