Introducción:
La victoria en Jericó había sido sencilla. Dios había peleado por el pueblo y con su poder milagroso derribó los muros y la ciudad no pudo resistir. Dios le dio instrucciones claras al pueblo de no tomar nada del anatema y aunque alguno pueda pensar que Dios no ve “cosas pequeñas” la verdad es que Dios no puede ser burlado.
Texto para memorizar esta semana:
Josue 1:8-9 : 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.