Génesis 9 – El Pacto de Dios

Introducción:

El diluvio había terminado, las aguas descendieron y Dios hizo salir del arca a Noé y su familia para un nuevo comienzo. Todos bajaron del arca y el mandato de Dios fue: fructificad y multiplicaos. Todo estaba dispuesto para la vida y Noé, en gratitud, edificó un altar para presentar su ofrenda a Dios. Dios percibió ese sacrificio como olor grato y prometió no volver a maldecir la tierra por causa del hombre. Con la bendición de Dios la tierra permanecería con todo lo necesario el tiempo que Dios determinó para cumplir su propósito eterno. El pacto de Dios es inmutable.


Texto a memorizar en esta semana:

Hebreos 6:17-18

Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.

 

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