Día: Lunes
Tema: “En su santidad”
Lectura: Génesis 7:1-5
Versículos clave: 1
Lectura de apoyo: Mateo 7:21-23; Juan 14:6; Romanos 3:10 y 21-26; Efesios 1:3-6; Hebreos 11:7
Dios estaba a punto de cumplir con el juicio que había anunciado, estaba a punto de remover el barro para hacer una nueva vasija que le dé la gloria y para este propósito, desde la eternidad había escogido a Noé para esta tarea habiéndolo justificado por la obra de Jesús y capacitándolo así para obedecerle y servirle. Dios es inmutable en su santidad.
Dios es Santo, desde la eternidad y por la eternidad. En Dios no hay mudanza ni sombra de variación. Él nunca ha tenido ni tendrá comunión con el pecado, con los hombres, porque no hay justo ni aún uno, por esto desde la eternidad ha escogido un pueblo para sí y cargó sus pecados sobre el Cordero y lo inmoló. Sólo en base a ese sacrificio una persona puede ser hallada justa delante de Dios. Este Cordero que quita el pecado del mundo, vino a su tiempo para llevar sobre sí el castigo de nuestra paz, el castigo que los pecados de su pueblo debían recibir. Así Jesús fue a la cruz del calvario para morir recibiendo el castigo de los suyos sobre Él, pagando la deuda de su pueblo, quitando el pecado del medio, sepultándolo para siempre y resucitando para dar vida eterna y su justicia a todos los que creen en Él. La única forma de que Dios nos vea justos y nos reciba para salvarnos eternamente es a través de la obra de Jesús. Sólo Él es el camino al Padre. ¿Eres justo delante de Dios? Juan 14:6