Día: Martes
Tema: “Para recompensar”
Lectura: Josué 22:6-9
Versículo clave: 8
Lectura de apoyo: Deuteronomio 7:9-12; Mateo 16:27 y 25:20-30; Romanos 2:5-10 y 11:35-36
Las tribus que eligieron su parte al otro lado del Jordán, cumplieron su parte del trato y ahora volvían a su lugar, pero no lo harían con las manos vacías. Dios siempre recompensa a los que le sirven y los colma con bendiciones. Dios es fiel para recompensar.
Dios es el Señor y dueño de toda la creación, todo lo que existe, conocemos y tenemos le pertenece y lo ha dejado en nuestras manos para que lo administremos para su gloria. Dios ha querido llamarnos mayordomos de todas sus posesiones y ha establecido un día en el cuál recompensará a cada uno según su labor. Hay personas que viven como si la vida que tienen y todas sus cosas fueran de ellos, dejando a Dios de lado y utilizando todo para su propio provecho y beneficio disfrutando de las cosas pasajeras de este mundo y, esas mismas cosas, son su recompensa eterna. Por lo tanto, en el día del juicio final, cuando Dios venga en poder y majestad y todo sea desecho, su recompensa y esperanza se desvanecerá y cambiará en tristeza, lloro y crujir de dientes por el sufrimiento eterno justo por sus acciones. Sin embargo, aquellos que conocen a Dios y saben que él es el Señor, usan todas las cosas para la gloria de su nombre poniendo su confianza y esperanza en las cosas eternas y celestiales, por esto, en aquel día final cuando todo lo pasajero desaparezca, se harán realidad todas las bendiciones eternas que recibieron por fe en la obra de Jesús. Dios galardonará fielmente a los que confían en Él. ¿Eres un buen mayordomo para Dios? Apocalipsis 22:12