- Lectura: Josué 1:12-15
- Versículo clave: Josue 1:13
- Lectura de apoyo: Isaías 57:14-21; Jeremías 6:16; Hebreos 4:1-11
Josué hablando con el pueblo, les recuerda lo que Moisés había dicho: Dios ya les había dado la tierra y el reposo. Aunque aún no habían tomado posesión de la tierra, podían confiar en las promesas seguras que Dios siempre había cumplido. La superioridad de Dios sobre todos y sobre todas las cosas da reposo.
El verdadero reposo para el pueblo de Dios es Cristo. Su vida, muerte y resurrección, da el eterno reposo al alma que le cree. El unigénito Hijo de Dios se dio a sí mismo para cumplir lo que los profetas hablaron y anunciaron desde mucho antes. Llevó a cabo la más majestuosa obra de amor y de poder que resonará por la eternidad. Aquel que cree en Jesucristo, arrepintiéndose de sus pecados, alcanza la misericordia de Dios y el reposo eterno de su alma, pero el que rehúsa creer, será justamente condenado y atormentado por la eternidad sin reposo alguno. ¿Tiene reposo y paz tu alma creyendo en la salvación que Jesús da? ¿Tienes temor a morir o descansas en tu salvador? Hechos 3:18-19